Por suerte nadie se había dado cuenta de mi paseo nocturno, bueno, Imelda sí, pero claro dijo a mi padre que estaba indispuesta y no podía bajar a cenar,
-¿Con quien estaba señorita?
-Con Julio y su amigo Richard
-Richard sigue aquí?
-¿A donde tiene que ir?
-Sale a pescar, pensé que ya iba a estar en alta mar
Se me había ocurrido una gran idea, olvidarme de todo y de todos
-Imelda, ¿Julio está aquí?
-Hace rato lo vi en la caballeriza, ¿Porqué?
-No le digas nada a mi padre- dije cambiándome de ropa
-Señorita a donde va?
Salí corriendo de ahí, en busca de Santana
-¡Santana!- exclamé feliz
-Luisa, que gusto verte, - dijo sonriente
-¿Y Richard?
-Supongo que ha de estar por irse a pescar
Lo tomé de la mano y comencé a correr
-¿A donde me llevas?
Al mar, ¿Donde más?
-¿Qué?
-Anda Julio, sigue corriendo
Después de unos minutos llegamos al muelle, estaba por zarpar el chico con ojos de cielo
-Richard!! Gritábamos Julio y yo
-Chicos, que hacen aquí
-No se, Luisa me trajo corriendo- dijo Julio
-Llévanos a pescar- supliqué
-¿Qué? yo... - dijo Richard más que confundido
-Por favor
-Luisa, ¿Estás loca? - preguntó Julio
-No! por favor Richard
-Pues por mí no habría ningún problema
-Que bien- contesté
Extendí mi mano para que Richard me ayudara a subir, y después lo hizo Julio , y Richard puso en marcha su pequeña embarcación
-De verdad no sé porque estamos haciendo esto
-Ya Julio, deja a Luisa
-Vengan, vamos a nadar- dije
-¿Qué? - contestaron los dos
-Que vayamos a nadar, mira que hermoso día
-Me gusta tu optimismo, pero no creo que sea buena idea- dijo Richard
-¿Porqué?- contesté
-Porque no- dijo Julio molesto
-Ya, no sean huraños y vengan a nadar
Me tiré al mar y contuve un poco la respiración , sabría que tarde o temprano tendrían que ir en mi rescate, y no tardaron mucho Julio se deshizo de su camisa y saltó al agua , me tomó por la cintura y pegó su cuerpo contra el mío