Más sin embargo los gritos de mi padre interrumpieron ese mágico momento
-Luisa, ¡Luisa!
- Mi padre me llama, tengo que irme
-¿Te veré después?
-Si sí. adiós -dije alejándome
Llegue corriendo con mi padre , un par de veces a punto de caer por lo irregular del terreno
-¿Qué pasa? - dije agitada
-Vamos, ¿No querías pasar tiempo con este viejo?
-Claro que sí.. ¿Papá?
-Dime
-¿Qué tiene la tía Esperanza?
-Mañana por la noche te enterarás - dijo dándome un cariñoro beso en la frente
-No me gusta que estén tan "Misteriosos" ¿No es nada malo verdad?
-Para nada hija, al contrario, vamos a comer
Todo lo que restó del día la pasé mirando, recordando a Julio, claro, hasta que me venció el sueño. A la mañana siguiente el fuerte sonido de un claxon me despertó, mi padre abrió las puertas de mi habitación de un solo golpe
-Los Goldbach están aquí
-¿Queeeeeee?
-Ve a arreglarte
Imelda gentilmente ya me había preparado la ducha, así que me dejaron para que tomara un baño. Al salir había un vestido verde limón sobre la cama, y mi tía, tan tierna como siempre esperaba para peinarme, mientras afuera, mi padre platicaba con Amalia y Roque, los padres de Gastón, y el, aguardaba en el coche pacientemente. Salí corriendo, no me había dado cuenta de que Julio presenciaba la escena , Gastón salió del coche, con la galanura y altivez que le distinguía. El era mayor que yo por cuatro años, y ahí estaba, con su cabello perfectamente peinado, sus ojos negros un poco rasgados .
-Mi Ana Luisa- dijo abrazándome
-Te extrañé Gastón
-No más de lo que yo a ti
-Bien, entremos- dijo mi tía tomando de la mano a mi padre
-Es un lugar bonito- Susurró Gastón mirando para todos lados
-Si, muy hermoso- dije sonriendo
-¿Y por cuanto tiempo estarás aquí?
-Bueno, un par de meses más
- Eso es mucho, quisiera que ya tuvieras 20 años , para poder casarnos
-Para eso faltan aún 5 años, no desesperes
-Eso trato
-Hija, ¿Porqué no llevas a Gastón a que conozca el lugar?- dijo mi padre
-Claro, ¿Vienes?
-Con mucho gusto
Salimos y lo llevé a la colina donde había ido el día anterior con Julio, pero, no era lo mismo
-¿Alcanzas a ver eso ? Es el mar- dije emocionada
-Con que poco te emocionas Luisa, si vieras entonces New York te mueres
-Pues talvez tu pienses que soy fácil de sorprender, pero a mi me gusta
-Me doy cuenta querida, Oh, que rápido se pasa el tiempo, deberíamos regresar
-Claro- dije algo triste
Cuando llegamos la cena estaba servida, Gastón muy hambriento, y yo, muy decepcionada
-Bueno, la noticia que queremos decir, es que, Esperanza y yo, al fin hemos sido bendecidos con la llegada de un hijo- dijo mi padre orgulloso, feliz, lo podía ver en su rostro
Me alegré tanto ¡Un hermano! abracé a mi tía y después Gastón me invitó a bailar, ya que su madre tocaba el piano que teníamos en casa, estábamos abrazados, cuando miré a una de las ventanas, y ahí estaba Julio, con la mirada atenta a todo lo que pasaba
-¿Qué miras?- preguntó Gastón
-Nada
-¿Segura?
-Sí
Me sentía rara, ¿Acaso me estaba enamorando de Julio Santana?
-¿Cómo lo estás pasando? veo que te estás adaptando
-Sí, es hermoso aquí. pero tía, ¿De verdad nunca supiste de mi madre?
Cuando cumplí 3 años, simplemente desapareció, nunca me dijeron si había muerto, si había huído, nada
-Luisa, sabes que ese tema es prohibido
-Pero me ha hecho falta ¿No me quería?
-Claro que debió quererte, no hay madre que no ame a sus hijos
-Me hubiera gustado saber como era. ¿Era bonita?
-Se parecía a ti, y tu eres hermosa -dijo sonriendo-
-Gracias
-Pero, vamos a caminar, y olvidate de las cosas tristes
-Sí claro
Me arreglé y salimos a caminar por toda la hacienda, vi a Julio, junto con otros trabajadores, me emocioné y caminé hacia el, y me sonrió, pero mi tía me detuvo en seco
-Una cosa es que te enseñe a montar, y otra muy diferente es que hagas amistad con el, no somos iguales Luisa
-Pero tía
-Será mejor que nos vayamos
-El es mi amigo, es el único chico que hay aquí
-Yo no me hago responsable si tu padre te regaña
Dejé a mi tía y me acerqué a Julio, pronto todo se volvieron risas y burlas hacia el
-¡Julio!- exclamé feliz
-¿Qué quieres? - dijo molesto
-Quería verte, platicar contigo
- ¿Y tenía que ser ahorita?
-Creo que llegué en un mal momento
-Pues, si, en un pésimo momento, por favor, vete
- ¿Qué?
-Que te vayas
-Me hieres Julio
-Hey julio, que galante resultaste -Gritaron
-¿Ves lo que provocas? por favor, vete
Me fui corriendo a mi cuarto, y no se como, pero sentía un fuerte dolor en mi pecho, como si Julio hubiera golpeado mi corazón, tomé papel y bolígrafo, para escribir a Gastón
San Andrés Tuxtla, Veracruz, 23 de Marzo de 1919
Gastón querido:
Te mando esta carta, esperando pronto vengas Este lugar es demasiado aburrido sin tí quisiera tenerte a mi lado, como lo era antes de llegar a este lugar no miento, es hermoso, pero me haces falta tú
Tu novia que te quiere
Ana Luisa Orendaín
Iba a entregársela a Imelda, cuando mi padre me dió la noticia, Gastón llegaría en tres días, sonreí, pero por dentro tenía todo un huracán de emociones encontradas, tanto por Gastón, que me llenaba de ternura y hasta cierto punto alegría por su llegada. Pero por su parte, Julio , había puesto mi mundo de hadas de cabeza, amaba sus ojos café oscuro, su cabello, como la más negra de las noches, y su piel tostada por el sol, aunque tenía casi nada de conocerlo...
Al anochecer una silueta se dibujó en mi ventana
-¿Luisa?, soy Julio, quisiera disculparme... ¿Luisa?, sé que seguramente me estás escuchando, no me voy a ir hasta que me abras
Me quedé en total silencio, y la silueta no se movía de lugar
-Bien, supongo que no me perdonas, está por amanecer, tengo que irme, hasta Luego Luisa
Susurré su nombre, y no recuerdo en que momento me quedé dormida